Artesano guerrerense pide a sus clientes no regatear los precios de sus figuras de barro
Jorge Martínez Cordero
Artesanos del barro café, piden a compradores no regatear sus precios y paguen el valor que es
CHALCO, Méx.- Artesanos provenientes de la comunidad serrana de Amealco, Querétaro, tienden para vender sus coloridas creaciones a orillas de las carreteras de Chalco, Cocotitlán, Amecameca, Tlalmanalco, Ozumba para celebrar las festividades de día de muertos.
Con repisas improvisadas de manera rustica o en el mismo piso de tierra, ofrecen calabazas, brujas, fantasmas, árboles embrujados y diferentes figuras de barro alusivas a esta temporada, que crean en su pueblo natal.
En todas sus figuras destaca el color naranja, hechas manualmente como las características calabazas para adornar patios, entradas de casas, negocios, la tradicional ofrenda y altares de esta festividad nacional.
Rodeados de botes de pintura, brochas, esponjas, pinceles, espátulas y diversos materiales utilizados para el terminado de cada artesanía, bajo el rayo de sol, lluvia o frío, estos artesanos ofrecen un producto de calidad que ha sido llevado y vendido a otros estados del país, así como a gran parte de la Unión Americana.
Javier Lucas, artesano de 26 años, junto con su familia vende en el libramiento de Chalco, confesó a AMAQUEME que él es la cuarta generación dedicada a la tradicional artesanía de barro en su pueblo.
Señaló que se está formando una quinta generación, porque sus sobrinos también están aprendiendo el oficio.
Apuntó que la artesanía elaborada en Amealco tiene como diferentes mercados en México, como Pachuca, Toluca, Morelia, Monterrey, Guadalajara y el Estado de México.
Añadió que tienen conocimiento que sus artesanías se las han llevado a vender a Texas y Houston, por su calidad y vistosidad.
Contó que para elaborar las figuras, en su pueblo se utilizan los hornos calentados con leña, los que deben estar prendidos durante seis horas, aunque se emplean otras diez para coser el barro con un cuidado muy especial, porque si se pasa de calor se puede reventar.
Reveló que todo el proceso se hace por cálculo, ya que no usan termómetro para medir las temperaturas.
Puntualizó que son procesos muy precisos, pues una vez terminada la figura, se tiene que decorar, lo que implica más tiempo, por lo que el costo final de cada artesanía tiene un valor determinado.
Sin embargo, el entrevistado lamentó que en muchos casos, sus clientes no lo entienden, creyendo que su trabajo es fácil.
“Nos regatean por el precio, por lo que finalmente cedemos y lo bajamos con tal de vender, pero realmente se están llevando un producto de calidad que vemos no valoran todo lo que implicó hacer”, aseguró Javier.