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Columna: Se dice que: Guerra interna en el gabinete de Delfina

23 de abril de 2025

AD Noticias

***Es la lucha por el poder con visión de futuro

  1. La génesis está en San Lázaro

Para entender el porqué o el por dónde de algunos de los hechos de la actualidad política mexiquense, quizá valga la pena hurgar en los archivos de la LIX Legislatura, particularmente en la integración de la Cámara Baja. Allí puede estar la génesis. Es posible que entre 2003 y 2006 nacieran relaciones políticas, amistades y hasta proyectos futuros.

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2. Entre pactos ocultos y justicias selectivas

Allí podrían encontrarse los razonamientos o las vías de, por ejemplo, quien tendió la mano para salvar la franquicia PRD Estado de México, o la explicación a la justicia VIP de que goza Raymundo Martínez, la inacción legal contra personajes probadamente corruptos del régimen anterior o algunos de buenos arreglos con el Partido Verde. Solo hay que rascar un poco y cruzar información.

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3. Guerra interna en el gabinete de Delfina

La cargada político-mediática contra la Oficial Mayor, Trinidad Franco, se inscribe en el contexto de las luchas entre los diversos grupos y personajes convidados por Delfina a su gobierno. Es la lucha por el poder con visión de futuro. La lógica es pueril, pero real: en la medida que te debilito me fortalezco. Trini tiene claro quién la hace blanco de intrigas, como política profesional, lo entiende. Lo que no tolera y la pones mal es que se metan con la familia. Esto va a terminal mal.

Compras públicas: mismo sistema, distinto sexenio

El modelo de adjudicación de contratos en el gobierno de Delfina Gómez parece no haberse alejado del que operaba en el régimen anterior.
Un contrato por 100 millones de pesos en telefonía fija y celular fue recientemente asignado bajo fuertes sospechas de favoritismo.
Desde AD Noticias, investigaremos el caso y expondremos las irregularidades documentadas en el área de compras gubernamentales.
Porque cambiar la narrativa sin cambiar las prácticas no basta.*

La democracia les incomoda… si no la controlan

De acuerdo con encuestas de los despachos más creíbles del país, una mayoría significativa de los mexicanos—entre el 63% y el 80%—apoya la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros.
Alguien debería compartirle estos datos a Cristina Ruiz, presidenta del PRI en el Estado de México, antes de que vuelva a lanzar la falacia de “nadie quiere eso”. Su burda declaración no solo carece de fundamento: revela desprecio por el sentir popular y quizá, un intento deliberado por desacreditar la reforma judicial y desincentivar la participación ciudadana.

Cristina no entiende que no entiende.

Cuando el dinero público sí les gusta

La dirigente tricolor califica como “absurdo” el gasto estimado de mil millones de pesos para organizar la elección de cargos judiciales. Enumera lo que podría hacerse con ese dinero: hospitales, patrullas, escuelas.
Lo que no dice, es que esa cantidad es prácticamente igual al financiamiento público que el PRI ha recibido entre 2022 y 2025:

  • 2022: $194,355,334
  • 2023: $310,989,433
  • 2024: $290,988,113
  • 2025: $163,051,386

Todo ese dinero se le entregó al PRI sin exigencia de resultados ni quejas sobre su utilidad social. Y nada de ello ha sido retribuido a la ciudadanía.

¿Una mejor idea para ahorrar? Que el PRI renuncie a las prerrogativas o las devuelva en obras públicas.

No es control, es justicia

El Estado de México necesita una reforma urgente en su sistema de justicia, y la elección popular del Poder Judicial es una vía legítima y democrática.
Cristina Ruiz sostiene que todo es un plan de Morena para “apoderarse” del Poder Judicial, pero ignora—o pretende ignorar—que ya tienen el poder para hacerlo si quisieran.
Si Morena o Delfina Gómez tuvieran la intención de cooptar al Poder Judicial, podrían relevar a más de 50 magistrados hoy mismo. No lo han hecho.
“Cree el león que todos son de su condición.”

Rumores infundados en Bienestar

Corre el rumor de que Juan Carlos González Romero saldría del gabinete estatal, y que perdería el control de los programas sociales.
Quienes promueven esta versión quizá quisieran verlo fuera para calmar sus propias angustias, pero lo cierto es que el supuesto relevo es, por decirlo suave, una fantasía total.
No hay nada que respalde esa hipótesis más que el deseo de sus detractores.