Amaqueme

Con danzantes, tamales y café de olla, Jesús festejará a sus fieles difuntos en San Mateo Tepopula

31 de octubre de 2024

**Espera la visita de más de 500 personas en su casa para el día de muertos

Jorge Martínez Cordero

SAN MATEO TEPOPULA, Méx.- A los cinco años, Jesús Solórzano Trejo conoció y aprendió el trabajo del campo, la única y más valiosa herencia que le dejó su padre Eulalio Solórzano Bonilla, quien falleció a los 88 años.

Reconoció que lo aprendido con su progenitor le ha servido para salir adelante, pues su única fuente de ingresos, a la que se dedica de tiempo completo.

   Dijo que lo que cosecha lo vende de forma directa.

Jesús, hincado junto a sus ramos de flor de nube, cempasúchil y calabazas colocadas sobre la banqueta a pie de la carretera, espera pacientemente la llegada de clientes mientras prepara ramos y deshoja flores.

    Aceptó platicar con AMAQUEME sobre los usos y costumbres de su pueblo e invitó a pasar a su casa para ver a su hermana preparar el altar que se ofrecerá a sus difuntos.

“En esta ocasión, además de esperar la llegada de mi madre y otros difuntos, el altar y ofrenda serán dedicados al más reciente, don Eulalio Solórzano, mi padre, quien falleció el cuatro de enero de este año”, explicó el entrevistado.

Comentó que entre las costumbres de su pueblo se encuentra la visita de amigos y conocidos a la casa de los fallecidos, quienes llevan cirios para encender y darles luz en su camino.

Refirió que en esta ocasión también asistirá una danza, esperando la llegada de unas 500 personas, a quienes su familia, como anfitriona les ofrecerá tamales y café.

   Con ese propósito señaló que se prepararán al menos mil tamales para que invitados y danzantes y todos los que lleguen a la casa puedan degustarlos.

“Tenemos que hacer nuestro altar lo más completo posible y colocar en él todo lo que les gustaba a nuestros seres queridos. Lo haremos de manera abundante para que tengan mucho que llevarse cuando vuelvan a partir”, manifestó el campesino de 46 años.

   Por su parte, Adriana su hermana expresó que además de sentirse orgullosa de su padre campesino también se siente orgullosa porque forma parte de la historia de Tenango del Aire, ya que trabajó en la construcción de las vías del ferrocarril.

Informó que su padre fue uno de los obreros que cargaron los maderos o durmientes e iban formándolos entre el fierro de la vía para el paso del tren.

Ambos hijos mencionaron que su papá fue muy conocido porque era alegre y fiestero y le gustaba tomarse fotos con medio mundo y con los presidentes municipales cuando pasaban por su calle en los desfiles del pueblo.

Los hermanos Solórzano invitaron a todos los que gusten visitar la ofrenda de su padre a hacerlo la tarde-noche del viernes primero de noviembre, donde además podrán disfrutar de un buen café y comer ricos tamales.

“Esto es parte de nuestros usos y costumbres”, asentaron Adriana y Jesús.