Don Germán aun conserva programas de una de sus peleas de box; sólo tuvo seis y ganó cinco
**Germán Peña Bautista actualmente tiene 93 años de edad y aun se dedica a cultivar su parcela
Abilene Figueroa López
SAN JUAN TEHUIXTITLAN, Méx.- Germán Peña Bautista fue boxeador durante su juventud, recordando haber sostenido seis peleas en un año, resultando vencedor en cinco de ellas.
Entrevistado por AMAQUEME, Germán contó que empezó a practicar el pugilismo desde que era menor de edad.
“Tenía 17 años, todavía no tenía mujer, estaba joven, no dilaté mucho tiempo de boxeador, nomás tuve seis peleas”, explicó.
Relató que su primer encuentro lo sostuvo en esta comunidad, el segundo en el municipio de Atlautla, el tercero en Amecameca, al igual que el cuarto, siendo los dos últimos en Chalco y Los Reyes la Paz.
“Allá me dieron en mi buche y ya no seguí peleando, no perdí la pelea como tenía que ser, lo que pasó es que allá fui a jugar y el gallo con el que iba a pelear no llegó, tampoco llegó uno de Amecameca que pelearía con uno de la Ciudad de México, de la Venustiano, y resulta que me aventaron con ese de más peso”, narró.
Recordó que en sus tiempos mozos solo 56 kilogramos y su contrincante lo superaba en peso y en estatura, pues registró en la báscula 66 kilos, por lo que fue complicado ganarle la pelea.
“Él estaba bien ponchado y alto, perdí por decisión unánime de los jueces, porque me echaron un “gallote” bien pesadísimo y yo no pude darle muchos golpes”, expresó.
Comentó que tras cumplir su mayoría de edad, inició su servicio militar, dejando el boxeo de lado y tomando el camino de soldado hasta que culminó su preparación.
“Un amigo y yo nos animamos a entrar a la tropa, porque el teniente coronel nos invitó, estuvimos durante cinco años en la tropa, después me regresé y empecé a trabajar en el campo con la yunta”, manifestó.
Recordó que su gusto por el boxeo inició porque tenía dos primos trabajando en la famosa “hacienda de Guadalupe” y ellos le dijeron que fuera a entrenar, a pesar de que no sabía qué hacer exactamente, sus familiares le daban las indicaciones para entrenar.
“Ya no me acuerdo del nombre de mis primos, pero recuerdo que a uno le decíamos “el chaquetas” y al otro “el motorillo”, también venía uno de Atlautla que le decíamos Tony Galento y ese fue el que me puso al tiro para los golpes en el terreno del finado Lucas García”, comentó.
Refirió que su debut fue en vísperas de las festividades de San Juan, el patrono del pueblo, de la que aún hay carteles y su segunda pelea, celebrada el 29 de septiembre para la festividad de San Miguel Arcángel.
Cabe mencionar que ningún familiar de don German siguió sus pasos en el boxeo.
