Amaqueme

Nuevo puente peatonal de la México-Puebla es un riesgo para personas discapacitadas y adultos mayores

20 de agosto de 2025

Jorge Martínez Cordero

***Representa riesgos adicionales para adultos mayores

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    VALLE DE CHALCO SOLIDARIDAD, Méx.- El nuevo puente peatonal que se construye sobre la autopista México-Puebla, en el punto conocido como “la caseta vieja”, no resuelve las necesidades de movilidad de habitantes y por el contrario, representa riesgos adicionales para personas con discapacidad, adultos mayores y usuarios en general.

Vecinos entrevistados por AMAQUEME, señalaron que la estructura, más alta que la anterior dificultará el cruce de quienes utilizan sillas de ruedas, andaderas o muletas.

“Se nota que de nuevo no pensaron en toda la gente. Siempre las autoridades hacen las cosas sin planificación, solo para salir del paso; se seguirá corriendo el mismo peligro”, expresó Flor de Luz García, vecina de Ixtapaluca.

   El puente nuevo, ubicado muy cerca del anterior, será utilizado diariamente por cientos de personas para cruzar la autopista, entre Valle de Chalco e Ixtapaluca, así como por quienes viajan a trabajar a la Ciudad de México o a municipios como Chalco, Amecameca y Tlalmanalco.

La nueva estructura, que debe concluirse este viernes 22 de agosto está a cargo de la empresa “Fast” contratada por el Sistema de Transporte Eléctrico de la Ciudad de México.

De acuerdo con responsables de la obra, la nueva estructura, a diferencia del puente viejo, será  metro y medio más alto, necesaria para librar el cableado del trolebús de la Línea 11 Chalco–Santa Martha.

Aunque su edificación se realizará en apenas tres días, las pruebas de seguridad y la entrega oficial al gobierno municipal de Valle de Chalco se prevén dentro de una semana.

Mientras tanto, durante las maniobras de construcción, cada unidad del trolebús que cruza la zona debe detenerse alrededor de cuatro minutos para bajar los brazos que la alimentan de electricidad y continuar su recorrido.

El puente provisional existente, instalado hace más de seis años tras la ampliación de la autopista México–Puebla ha sido rechazado por usuarios debido a su deterioro y al riesgo que representa tanto para peatones como para automovilistas que transitan bajo la estructura.