Red nueva de drenaje sólo beneficiará a la familia del regidor Gabriel Torres y a seis más de la colonia Hidalgo
**Las autoridades municipales de Atlautla sabían que carecen de drenaje sanitario y lo pasaron por alto
Abilene Figueroa L.
COLONIA GUADALUPE HIDALGO, Méx.- La introducción de drenaje sanitario en la calle Progreso únicamente beneficiará a siete familias, entre ellas a la del tercer regidor Gabriel Torres Ayala.
Lo anterior generó la inconformidad de habitantes por diferentes razones: la primera porque las escuela primaria Narciso Mendoza y el preescolar Rubén Darío no cuentan con drenaje sanitario y era prioritario que ellas fueran las beneficiadas.
“Se hizo un escrito para la gobernadora, puntualizando que las escuelas eran una prioridad, pero al presidente y las autoridades poco les importó y prefirieron hacerle su drenaje al regidor”, informaron en entrevista con AMAQUEME.
Mencionaron que tanto el regidor, delegados e integrantes del COPACI de la obra de drenaje estaban al tanto de la situación de dichas instituciones educativas, pero nada hicieron para meterles el drenaje.
“Las escuelas solo tienen fosa, la del preescolar está a punto de colapsar y ni por eso dieron atención, ni el presidente, ni el regidor, ni los delegados, ni los vecinos de la calle”, expresaron.
La segunda inconformidad se debe a que la calle “Progreso” estaba en perfecto estado, no tenía baches y aun así levantaron el asfalto para la introducción del drenaje sanitario.
“Echaron a perder el trabajo de gente que gestionó la pavimentación de la calle, todo por un capricho del regidor”, afirmaron.
Además de lo anterior, indicaron que la tercera inconformidad es que el drenaje sanitario desembocará en la barranca que está cerca de la cancha de futbol, lo que generará malos olores.
“Tenemos una cancha muy bonita, que además se está quedando en el olvido y el descuido de las autoridades, y luego los malos olores del drenaje serán la cereza del pastel”, dijeron en tono burlón.
Por último, la cuarta inconformidad que se ha generado por la obra es que las piedras y el cascajo que se está retirando de la misma lo están amontando en varios lugares.
“Llevaron una parte a una barranca que los de Tlalámac arreglaron y le pusieron árboles, otros los están dejando frente a la capilla sin siquiera pedirle permiso al párroco, ya no saben ni dónde tirar los escombros”, finalizaron.
