Samara fue sepultada sin conocerse las causas de su muerte; vivió sus últimos días con su papá
Jorge Martínez Cordero
**Fue despedida con banda de música y exigencias y consignas demandando justicia
CHALCO, Méx.- Familiares, amigos y vecinos despidieron a Lorena Samara Guerrero Benítez la tarde del viernes 24 en el panteón municipal San José a cuatro días de haber fallecido en circunstancias aún no esclarecidas por las autoridades.
El cortejo fúnebre partió poco después de las 15:00 horas del poblado de San Pablo Atlazalpan con rumbo al cementerio ubicado en Villas Chalco, del barrio La Conchita.
El ataúd color rosa fue cargado por sus familiares, que avanzaron entre las tumbas seguidos por una banda de música de viento y una larga fila de personas que acompañaron a Samara hasta su última morada.
Durante el sepelio, varios asistentes portaron cartulinas con consignas en demanda de justicia.
En una de ellas se leía: “No morí, me mataron” y mujeres presentes gritaron esta frase al unísono mientras el féretro era descendido a la fosa.
El cansancio emocional y físico de la madre, hermanas, hermanos y demás familiares era evidente.
Durante más de cinco días lucharon para recuperar el cuerpo de Samara y darle una sepultura digna.
Con pasos lentos y visiblemente afectada, Amada Benítez, madre de la joven de 32 años se acercó al ataúd para darle el último adiós.
Las muestras de dolor y aflicción de quienes acompañaron el cortejo eran visibles.
Al caer la tarde, las personas comenzaron a retirarse del camposanto.
Los familiares de Lorena señalaron que su muerte deja un profundo vacío en el hogar y su luto apenas comienza.
“A partir de su partida ya nada será igual; se siente su ausencia y el silencio en casa”, expresaron. Además, confiaron en que las autoridades esclarezcan pronto los hechos y castiguen a quien o quienes resulten responsables de su fallecimiento.
