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Se dice que: La gobernadora más querida

17 de noviembre de 2025

Redacción AD Noticias

***En un territorio acostumbrado a liderazgos estridentes, simuladores o de hojalata, la autenticidad no solo sorprende: se convierte en su capital más fuerte.

  • La gobernadora más querida,
  • El saqueo municipal que ya no se puede ocultar,
  • Las resistencias en la UAEMéx,
  • Los exrectores y sus intereses,
  • La reinvención de Isidro Pastor.

La política mexiquense llevaba décadas sin una figura cuya aprobación no dependiera del presupuesto, del miedo o del clientelismo. Aquí, no hay político alguno más querido que Delfina y los datos lo sostienen: siete de cada 10 mexiquenses la respaldan de manera constante, un nivel de aceptación que no se veía en el Estado desde tiempos remotos y que hoy ocurre de forma orgánica, sin lubricantes institucionales. El fin de semana lo confirmó, con esa avalancha espontánea de felicitaciones por su cumpleaños 63, un gesto que, más que cortesía digital, describe una relación política atípica: la gobernadora no solo administra, también genera afecto. A Delfina le reconocen cercanía, claridad moral y la virtud poco común de parecer exactamente lo que es. En un territorio acostumbrado a liderazgos estridentes, simuladores o de hojalata, la autenticidad no solo sorprende: se convierte en su capital más fuerte.

El saqueo que ya nadie puede negar

Los informes recientes del OSFEM no exhiben un “problema administrativo” inocuo, sino una estructura de saqueo que opera con la misma naturalidad con la que se firma una nómina. La revisión más reciente dejó al descubierto al menos 52 500 millones de pesos en observaciones, desvíos e irregularidades que no se explican por torpezas técnicas, sino por una mezcla estable de corrupción, negligencia y desdén por el dinero público. Esto no nació hoy: el régimen anterior dejó el hábito instalado y muchos municipios lo convirtieron en su forma de gobierno. Por eso, la reparación no puede ser cosmética. Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Fiscalía tienen, quizá por primera vez en décadas, la oportunidad de atacar la corrupción municipal como el cáncer que es. Si la dejan respirar, el Estado de México seguirá financiando con sus propios impuestos la impunidad local que lo devora.

Resistencias a la transformación de la UAEMéx

No ha sido fácil desmontar la red de intereses que controló a la UAEMéx desde 1956. Patricia Zarza cumple cuatro meses como rectora y han sido duros: resistencias internas, grupos enquistados y estructuras priistas que se niegan a perder los privilegios que convirtieron a la universidad en un feudo político durante décadas. Sus opositores intentan desanimar a la comunidad, manipular el ambiente y promover la idea de que cualquier cambio pone en riesgo la institución. Buscan romper el ánimo universitario y sembrar nostalgia por un pasado que solo benefició a unos cuantos. Lo que está en disputa no es el rumbo académico, sino la recuperación de una universidad, capturada por intereses que ya no tienen espacio en esta etapa.

Los exrectores y sus sombras

A propósito de la UAEMéx, este es un buen momento para preguntar dónde están y qué quieren los exrectores que gobernaron la universidad durante casi cuatro décadas: Carlos Eduardo Barrera, Alfredo Barrera, Jorge Olvera, Eduardo Gasca, José Martínez Vilchis, Uriel Galicia, Marco Antonio Morales y Efrén Rojas Dávila. No se fueron lejos; muchos de ellos mantienen redes, operadores, cuotas de poder y vínculos con grupos políticos que convirtieron a la institución en un territorio de control. La mayoría conserva intereses en áreas estratégicas, académicas, administrativas o sindicales y varios todavía se mueven como si la rectoría fuera un derecho hereditario. El silencio público contrasta con la actividad privada: llamadas, mensajes, alineamientos y acuerdos para sostener presencia en decisiones que ya no deberían influir. La pregunta no es dónde están físicamente, sino por qué todavía tienen tanto interés en una universidad que, en teoría, dejaron atrás. La respuesta es simple: poder, posiciones e influencia que hoy están en revisión.

La evolución es una opción personal

El decano escribidor de esta columneja —que nadie sabe con certeza quién es, aunque todos crean adivinarlo— ha guardado desde hace años un afecto personal por Isidro Pastor, pero hace mucho que no coincide con él en sus posiciones ni en varias de sus decisiones políticas. Eso no invalida nada: Isidro tiene todo el derecho a reinventarse, como cualquiera. La edad no es impedimento, ni defecto, ni límite; las ideas no se miden en años, sino en claridad, rigor y propósito. Ojalá su nueva etapa aporte algo real a la evolución del espacio público y no se quede en el reciclaje automático que tanto daño hizo a la política mexiquense.