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SE DICE QUE: Tiburón débil y traidor

3 de octubre de 2025

**Manuel Sotomayor, el “tiburón” que resultó débil y desleal, fue echado del deporte mexiquense. No cayó solo: se desplomó su personaje.


La salida de Manuel Sotomayor Landecho no solo revela su fracaso técnico, sino también su doblez política: fue incompetente y además desleal. Quienes lo respaldaron confiaron en alguien que terminó traicionando el pacto institucional que lo sostuvo. En su paso por la Dirección de Cultura Física y Deporte se dedicó más a promocionar su personaje de “tiburón” que a construir una política deportiva seria. La responsabilidad no es solo de quienes lo pusieron, sino de él mismo, por haber dilapidado capital político y credibilidad en tiempo récord.

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El proyecto detrás del uniforme

El comisario Jesús Ramírez Manzur, jefe de la Policía de Metepec, tiene derecho a soñar con ser alcalde y relevar a su actual jefe. El problema no es la aspiración, sino los intereses que lo respaldan. Entre ellos están sus tíos: José Manzur Ocaña, exdelegado de la PGR que llegó a estar prófugo de la justicia por vínculos con el crimen organizado, y José Manzur Quiroga, empresario de grúas y curtido operador de las cloacas políticas del priismo. Se suman además el exalcalde de Coacalco, David Sánchez Isidoro, con historial de procesos judiciales, y su formador y exjefe Falti Hurtado Ortiz, con su negro pasado en la seguridad pública. No se trata de negar el derecho de Ramírez Manzur a competir, sino de advertir que una candidatura respaldada por padrinos con tales antecedentes es una alerta: viejas redes buscan capturar el futuro de Metepec bajo el disfraz de renovación.

Atole con el dedo

El tarifazo ilegal en el transporte público retrata la impunidad cotidiana: rutas que cobran catorce pesos, choferes que bajan a los usuarios que se resisten, y una Secretaría de Movilidad tibia que apenas retira anuncios y emite comunicados. La ley establece sanciones claras: multas, suspensión de concesiones y hasta denuncias penales, pero la autoridad prefiere el atajo retórico. Es la distancia filosófica entre la norma y la praxis: en el papel hay un Estado fuerte, en la calle manda el arbitrio del chofer. La movilidad se degrada en metáfora política: un camión desvencijado que cobra de más mientras la autoridad finge conducir.

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Congreso planchadito

La LXII Legislatura vive bajo la batuta de Paco Vázquez, presidente de la Jucopo, quien ha mantenido a las fracciones planchaditas. PRI con Elías Rescala, PAN con Pablo Fernández de Cevallos, MC con Juan Zepeda, PRD con Omar Ortega, PT con Óscar González y PVEM con Pepe Couttolenc acompañan sin mayor sobresalto. Paco ha ejercido la ética de la responsabilidad, negociando con pragmatismo y evitando rupturas. La duda no es sobre él, sino sobre lo que los otros han pedido a cambio de su docilidad. El dilema es simple: ¿se trata de auténtica gobernabilidad o de silencios comprados?

El gabinete en vilo

Los ajustes en el gabinete ya dejaron huella: Bernardo Barranco salió del Sistema Estatal de Medios Públicos y Manuel Sotomayor Landecho fue echado de la Dirección de Cultura Física y Deporte. La siguiente ficha en la mira es Beatriz García Villegas, vocal ejecutiva de la CAEM, cuya permanencia pende de un hilo porque “no da el ancho”. Sobre Trinidad Franco en la Oficialía Mayor no hay confirmación oficial, pero todo apunta a que no seguirá. Lo que sí está definido es que en las Secretarías clave —Gobierno, Finanzas y Seguridad— no habrá cambios: son los pilares donde se sostiene el poder real. Se mueven piezas periféricas, pero el núcleo permanece blindado.

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